Pérdida excesiva de cabello y estrés. ¿En que se correlacionan?

El estrés es una reacción natural del organismo ante una situación difícil. En una cantidad moderada puede aumentar la circulación sanguínea y tener un impacto beneficioso en nuestra salud. Sin embargo, el exceso de estrés no sólo cansa, sino que también es perjudicial. ¿Cuál es su correlación con el estado de nuestro cabello? Contrariamente a lo que imaginamos, se correlacionan mucho.

Nuestro organismo está equipado con muchos sistemas de protección. Uno de ellos es el estrés, que en situaciones difíciles estimula al organismo a lidiar con el problema que se avecina. Sin embargo, cuando el estrés dura mucho tiempo e intenso, en nuestro organismo se producen numerosas reacciones, que tienen un impacto perjudicial. Esta es la razón por la que los médicos aconsejan evitar el exceso de estrés.

El aumento del estrés es una amenaza sobre todo para nuestra salud, pero no exclusivamente. También tiene un impacto significativo en la condición de nuestra piel, uñas y cabello. Es responsable, por ejemplo, de la pérdida de elasticidad de la piel, la sequedad, las decoloraciones y los signos de envejecimiento prematuro como las arrugas.

¿Qué impacto tiene el stress en el cabello?

La piel seca, mate y áspera a menudo se denomina “piel estresada”. El cuero cabelludo puede reaccionar al estrés de forma similar a la piel de la cara y cuerpo. Es por eso que en el momento en que aumenta el nivel de estrés, la condición del cabello disminuye significativamente. Las consecuencias son, entre muchas otras: sensación de tirantez y picor en la piel. Los efectos desfavorables del estrés también lo son:

  • encrespa el cabello incontrolablemente,
  • inhibe el crecimiento del cabello,
  • inflama los folículos,
  • causa exceso de pérdida de cabello.

El aumento de la secreción de la hormona del estrés y una deficiente circulación en la piel es consecuencia de una tensión nerviosa crónica. El resultado es un trastorno en los procesos que tienen lugar en los folículos . El cabello crece mucho más lento, o a veces deja de crecer en general. Los bulbos pilosos se debilitan y empiezas a perder más cabello de lo normal. El estrés puede causar Efluvio telógeno, lo que ocurre debido a cambios en el ciclo de crecimiento del cabello, cuando un gran número de cabello entra en la fase de descanso al mismo tiempo.

Existen varias formas de luchar contra el impacto desfavorable del estrés sobre el estado del cabello. Sobre todo debemos procurarle una hidratación más intensa y nutrición al cabello. Usted puede considerar el uso de un champú hidratante, que no altere la barrera de lípidos en la piel y el cabello. Un serum capilar también puede ser útil, ya que complementa los déficits de ingredientes nutritivos en el cabello.

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